He perdido la cuenta de las veces que he visto esta película pero es que no me canso de verla.Tiene algo que la hace especial, tal vez sea Robin Williams, su expresividad, el niño grande del que está hecho, un actorazo, el hombre de las mil caras.
Hace muchos años de esta película, y hoy por hoy conserva intacto ese secreto que al menos a mí me cautivó hace 20 años.Ayer volví a verla, con Claudia, los dos tirados en el sofá, no se quien era más niño, ella o yo.Le habíamos prometido una peli de dibujos...empiezo a hacer zaping y de repente aparece un niño perdido!Estaba empezada, pero nos dió igual, además sé de memoria la película!
Pudimos disfrutar del momento, de los saltos, las espadas, los ánimos de los Niños Perdidos y de Campanilla .Comentaros tan sólo un par de momentos , que se quedaron grababos en mi cabecita.
- El pensamiento feliz
Cuando Campanilla le explica a Peter Pan el mecanismo para volar, le dice que debe tener un pensamiento feliz para que sus pies abandonen el suelo y sea capaz de elevarse por los aires
Y Peter descubre que su pensamiento feliz es ser padre, la verdad que ese pensamiento es de lo más grande que le puede pasar a una persona.
- Las hadas
-¿Campanilla?. Le dijo Peter.Ella sonrió.
-Dilo, Peter. Dilo de verdad.Él le devolvió la sonrisa.
-Creo en las hadas.(Que momentazo)
Creo que a veces hay que ser niños perdidos en el país de nunca jamás y tener nuestro propio pensamiento feliz, para volar y volar y sentir todas aquellas cosas que nos hicieron niños y dejamos atrás.
Me encanta hoy.....felicidades por el post....
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