Por los dias duros

Si hay algo bueno en tener un día duro es llegar a casa, darse una buena ducha, encender algún incienso y/o velas, poner música relajante y meterte en un pijama limpito con olor a suavizante, y así sabrás que estás en casita.
Si además,  tienes la suerte de tener buena compañía junto a una copa de vino y antes de irte a dormir te encuentras una noche perfecta, todo mejora...
Ahora sólo falta tener unos dulces sueños, y el largo día de trabajo de hoy, desaparecerá de mi mente, aunque sea por un momento.
Asi que me voy a mi casa....