Un hombre cualquiera fue a visitar a un consejero y le dijo que ya no sabia lo que sentía hacia su amada y pensaba dejarla, el consejero le escuchó mientras lo miraba fijamente a los ojos, al acabar, le respondió con una sola palabra: Amela sin descanso.
Atónito a su respuesta le respondió diciendo que tenía dudas de lo que sentía por ella, Amela volvió a contestar el consejero y añadió lo siguiente:
"Amar es una decisión, no un sentimiento … amar es dedicación y entrega … amar es un verbo y el fruto de esa acción es el amor. El amor es un ejercicio de jardinería: arranque lo que hace daño, prepare el terreno, siembre, sea paciente, riegue y cuide. Este preparado porque habrá plagas, sequías o exceso de lluvias, más no por eso abandone el jardín. Amela, acéptala a ella no quiera modificarla a como usted quiere que sea, respétela pues si no lo hace ella no podrá valorarlo, dele afecto y no un beso o abrazo que la rutina le impone por estar en un mismo lugar, admírela porque es una bella flor en el jardín de la vida que decidió compartir su ser y compréndala sin juzgarla. Eso es todo: Amela."
Autor Desconocido
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