En los momentos que peor me siento, es cuando creo que nada parece tener valor, creo que mi voz se pierde en el camino, no se ha prestado la atención suficiente. En ese instante, de nada sirve ya lo dicho, se acaban las oportunidades, se acaba la esperanza, se acaba el respeto. Miro a mi alrededor, y al mirar me doy cuenta de que debo alejarme, sin pedir ningún permiso, me distancio de aquel que no quiere mi compañía y así lo exprese. No hay justificación suficiente. Alguna vez, hay que levantar la vista e intentar ver más allá de la realidad.
A mí me van los días de colores, no los días grises. Hoy es un día gris. Intentaré colorearlo yo mismo.
asi se habla!!! adelante como sea...
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